La alegría en la búsqueda espiritual
Si nada en nuestras vidas sucede por casualidad, mucho menos en la vida
de Aquel que vino al mundo para lavar nuestros pecados con su sangre.
Cristo debe haber pensado bastante antes de decidir cuál era el primer
milagro que debía realizar. Debe haber tomado en cuenta la cura de un
paralítico, la resurrección de un muerto, la expulsión de un demonio, algo que
sus contemporáneos consideraran como “una noble actitud”; al final, era la
primera vez que iba a mostrarse al mundo como el Hijo de Dios.
Y está escrito: su primer milagro fue transformar agua en vino para
animar una fiesta de casamiento.
Que la sabiduría de este gesto nos inspire y que esté siempre presente
en nuestras almas: la búsqueda espiritual es compasión, entusiasmo y alegría.
PAULO COELHO
Todo les sale bien a
las personas de carácter dulce y alegre.
Voltaire
La juventud es el
paraíso de la vida, la alegría es la juventud eterna del espíritu.
Ippolito Nievo
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