Mis besos
van derramándose en tu cuerpo
como rió inagotable que te empapa la piel
y que me absorbes con tu tierra suave y fértil
para florecer con el aroma de tu pasión
Mi ardiente labios se desliza en tus praderas
en caudales de placer que te inundan
y mis penetrantes caricias y besos enardecidos
son ofrendas infinitas para el altar de nuestros sueños
Sagrado sacerdotiso en cada ritual mágico
de la unidad de nuestras vidas nace un brillo
en las múltiples veces que te poseo con la dulce verdad
de que tú perteneces a mi sangre y yo a tu realidad