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General: En el establo(buenas noches)
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: nania2  (Mensaje original) Enviado: 11/05/2010 22:29

El sol se había pintado de rojo, eso rojo intenso que solo se puede apreciar en las tardes de primavera, la sombra se dibujaba sobre el monte avanzando deprisa, como si le quemase la tierra después de haber soportado todo un día de luminosidad intensa.

Abajo en el valle, la estrecha y alargada construcción de madera apenas ya podía distinguirse, la joven amazona, dejaba que el bello caballo de raza árabe, siguiese un paso lento y armónico, sabedor de que le esperaba un cepillado y una buena ración de avena y paja fresca, como cada día como cada jornada en el club Hípico, el bello caballo ya no era tan joven, ahora sus propietarios le habían puesto en el grupo de los que se alquilaban para hacer rutas por los bellos parajes del pueblo. Poco a poco la sombra de la construcción se acercaba dejando distinguir un gran portón lateral entreabierto, en el que una tenue luz amarilla se filtraba e iluminaba unos metros delante del establo.

La joven tiro con suavidad de las riendas y el animal se paró con suavidad, se había terminado la jornada de descanso que había pedido para descansar del estrés diario que la causaba el trabajo en la oficina de seguros de la gran ciudad. Con agilidad desmontó, sintiendo la enorme presión del ajustado pantalón vaquero que a duras penas se había calzado y que oprimían las nalgas, notó el sudor de varias horas de cabalgada en su entrepierna y dejó escapar un gemido de alivio cuando dio unos pasos en suelo firme.

-. ¡Señorita¡ ¿Qué la ha pasado?.


La voz ronca del cuidador de los caballos sorprendió a la joven, que instintivamente buscó su reloj.

-. Lo siento señor, mi reloj, lo dejé olvidado y se me ha pasado el tiempo, lo siento, le pagaré el tiempo de más.

-. Señorita el tiempo es lo de menos.


El maduro capataz sujetó al caballo y acariciándole la crin le susurro unas palabras mientras le daba un terrón de azúcar, la joven les siguió hasta la cuadra en la que se leía: NERVIOSO y observó como le quitaba la silla de montar y con un cepillo de púas comenzaba a frotarle el cuerpo, el cuerpo del animal desprendía vapor, la joven se acercó más y pasó su mano por las zonas ya cepilladas.


-.Es un caballo muy dócil, por que le llaman ¿Nervioso?


En sus años jóvenes- la explicó el cuidador- fue el mejor semental de la cuadra, cuando olía a una yegua coceaba hasta romper las tablas de la cerca y hasta que no conseguía cubrirla no dejaba de saltar y relinchar. La joven sonrió con la explicación, ruborizándose al observar como el semental tras el cepillado alargaba su miembro como en los años jóvenes.: -Pues parece que aun no ha perdido fogosidad- exclamó entre risas. Habrá olido a alguna yegua en celo y por eso se "altera" –respondió el hombre-.


Susana, esa el nombre de la joven , siguió acariciando al caballo y apoyando la cara en el cuello, mientras su cuidador buscaba una lata de avena, le dijo con voz imperceptible: ¿Estas oliendo a alguna yegua en celo?, mientras notaba que el pantalón se la clavaba en su sexo y sus ojos miraban una y ora vez la enorme verga del semental.


La excitación la estaba haciendo entrar en una especie de estado inerte, el vapor , el olor a establo, la tenue luz, la hacían sentir un ligero mareo, todo comenzó a girar, la vista se nubló del todo mientras se sujetaba al cuello del animal, se hizo la oscuridad…

Unas manos fuertes la sujetaban de las axilas, sus pechos grandes palpitaban apretujados debajo de la camisa, sintió el frescor del agua del abrevadero en su rostro, notó la humedad empapando la camisa, bajando hasta el pantalón, resbalando hasta su ropa interior, entrando bajo ella como un pequeño riachuelo y recorriendo su vagina. Sintió el frescor en su entrepierna y por unos segundos deseo que la penetrase, que la poseyese y apagase el fuego interno que la invadía.


Al abrir los ojos, se vio en el suelo del establo, frente a ella de rodillas el capataz con un vaso de agua en la mano, se lo acercó y bebió con rapidez dejando verter casi todo el contenido por su camisa, ruborizada se dio cuenta que los pezones se la marcaban enormes en la camisa y él que no sabía donde mirar ni que hacer con el vaso.

Se dio cuenta que no respiraba bien, que sus pulmones no inspiraban el oxigeno necesario y sin dudarlo acercó sus rudas manos a la camisa de la joven y comenzó a desabotonársela.

-. Gracias, ya respiro mejor.

-. Con esta ropa tan ajustada señorita no me extraña que se marease usted.


¡No llevaba sujetador!, lo había olvidado, dos grandes tetas, aparecían entre la

camisa abierta, apenas esta se las cubría parcialmente, uno de los pezones asomaba

fuera, apuntando desafiante al capataz. Susana miró al hombre y se dio cuenta que estaba NERVIOSO, le vio interesante, de rodillas frente a ella, una sonrisa se la dibujó en los labios al ver que como el caballo, él también tenia una erección, el hombre intentaba disimularla girando separa un lado, pero lo único que conseguía era que ella se sonriese más. Acercó de nuevo el vaso a la joven, para disimular de alguna forma, y ella también acercó su mano al vaso rodeando la mano del hombre. Tirando de su mano la puso sobre su pecho y lo apretó sintiendo la piel de una mano dura y curtida por el trabajo ,que presionaba su pezón excitado. El vaso cayó al suelo y ayudándose con la otra mano abrió la mano agarrotada del confundido capataz, la colocó de nuevo sobre la teta y comenzó a moverla hasta que el hombre siguió el ritmo de la caricia.

Susana alargó la mano derecha y la depositó encima del pantalón de él, sintió un escalofrió a sentir la dureza y el tamaño de la polla que ocultaba, sobre la tela comenzó a frotarla de arriba abajo, dibujando los testículos y subiendo de nuevo. El ya con ambas manos acariciaba las dos tetas desnudas mientras ella movía más deprisa su mano derecha. En su cuadra, NERVIOSO coceaba la puerta y relinchaba, ella semi- incorporada desabrochó el pantalón y extrajo el miembro erecto del capataz y comenzó a frotarlo de arriba abajo, el a su vez intentó desabrochar el oprimido pantalón de la joven, sin la ayuda de ella habría sido imposible, los dos acariciaban ya los sexos desnudos, los dedos de él se hundían en la humedad de la entrepierna de ella quien dejaba escapar gemidos de placer, Nervioso relinchaba nervioso y Susana jadeaba excitada, el hombre aferro con ambas manos la cintura de ella y la incorporó mientras la hacía girar mostrándole la espalda, el culo redondo bien formado terso brillaba con la tenue luz, ella se agarro con las dos manos a la puerta de la cuadra del semental y él la penetró con fuerza desde atrás, la poseyó una vez y otra, golpeo sus nalgas, las fustigó con sus embates hasta que un temblor inundó de placer blanco el interior de ella, al sentir la calidez templada resbalando en su sexo, la llegó un gran orgasmo que la hizo temblar durante unos interminables minutos, mientras su semental seguía penetrandola con su miembro erecto, un relinchó anuncio otro orgasmo y el hombre- caballo se vació otra vez en la joven que satisfecha se dejaba hacer una y otra vez envuelta por una nube de vapor y olor a establo…



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Malena Enviado: 16/05/2010 05:02
Gracias por compartir
Feliz Fin de Semana
glthankyoumale.jpg picture by Karolle_2008


 
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