El símbolo. Estructura básica y su aplicación práctica.

 

La palabra “símbolo” viene del Latín “symbolum” y éste del griego “Sumbolon” cuyo significado más básico es “imagen” o “figura”luego cualquier símbolo tiende a transmitirnos de una manera encubierta un amplio contenido de ideas.

La manera en que la transmisión se efectúa depende del nivel de síntesis de cada uno ya que hay símbolos popularmente entendidos como un corazón atravesado por una flecha significando amor o el concepto simbólico religioso referido a Cristo como el Alfa y el Omega que puede ser visto en innumerables iglesias.

Hoy en día el lenguaje pictórico o de imágenes no es muy conocido en Occidente donde prevalecen las lenguas que mentalmente ricas en conceptos no utilizan pictogramas como los mundialmente conocidos del Antiguo Egipto.

El lenguaje ha evolucionado tanto como el Ser humano y la moderna humanidad capaz de expresarse en muchos cientos de lenguas, probablemente miles, ha ido olvidando ese otro nivel de comunicación que en muchas ocasiones impacta en nuestra conciencia con una profundidad mucho mayor que una explicación racional del significado aparente en cuestión. Más vale una imagen que mil palabras. Así que podemos encontrar el lenguaje simbólico en múltiples niveles y dirigido, igualmente, a distintos “públicos” porque….¿quién ha olvidado los cuentos de hadas de tiempos menos tecnológicos donde los niños se deleitaban con Blancanieves, Los tres cerditos y el Lobo, Caperucita o el Patito feo? En realidad hoy en día muchas realidades espirituales han quedado depositadas en el baúl de los recuerdos como cuentos infantiles o creencias pueriles.

¿Entonces me dirán que qué sentido tienen los cuentos de toda la vida en una sociedad donde ya ni los niños tienden a plasmarlos en su esencia superficial?. Quizá ya no mucho porque ya no nos hagan tanta falta. Es muy probable que en tiempos remotos de la historia de la humanidad, cuando verdaderamente éramos guiados por los dioses (cada cual entienda según su capacidad) fuéramos dirigidos como niños y niñas capaces de aprender mediante el uso del mensaje simbólico. Este impactaba y sigue impactando, importante esto, en el subconsciente donde entraría con suma facilidad sin la necesidad de pasarlo por la asimilación racional consciente. Todos los estudiantes de Ocultismo saben que la humanidad es viejísima, mucho más de lo que normalmente se cree. Y así es probable que dicha información, cargada de valor, se volcara en el reino subconsciente para ir filtrándose al consciente como una lluvia fina y llegar a capacitar a su poseedor de la clave de la interpretación porque, lamentablemente, un símbolo es una fuerza polisémica o lo que es lo mismo, de múltiples significados según el oyente. Un triángulo es, por ejemplo, mucho más de lo que aparenta.

Pero dejemos la teoría para volver a la infancia lo que espero provoque cierto choque a quien lee estas líneas porque tendrá que volver a leer un cuento infantil clásico, El Patito Feo, (Hans Christian Andersen) que es altamente descriptivo. Su ”polisemia”, permítaseme utilizar esta palabra, es arrolladora cuando uno entiende el mensaje que decididamente no es difícil de captar…..

 

Como cada verano, a la Señora Pata le dio por empollar y todas sus amigas del corral estaban deseosas de ver a sus patitos, que siempre eran los más guapos de todos.

Clara indicación del ciclo solar con su peculiar solsticio de verano, festividad de san Juan, y fecha muy especial por diferentes razones entre las que se puede destacar el concepto RC de la vuelta a su hogar del rayo crístico, la festividad de la Ascensión de Cristo (celebrada unos días antes), la celebración del festival de Cristo según otra conocida Escuela y la celebración del San Juan de Verano ( San Juan Bautista ) en la Orden masónica. El comienzo del verano siempre marca el inicio de un ciclo material ya que la vida física ha llegado al culmen y por eso Shakespeare nos lo recuerda en su “Sueño de una noche de verano” donde la fantasía de los espíritus de la naturaleza nos lleva de vuelta al mundo de las hadas o cuentos de hadas que es donde estamos situados.

Llegó el día en que los patitos comenzaron a abrir los huevos poco a poco y todos se congregaron ante el nido para verles por primera vez.

Uno a uno fueron saliendo hasta seis preciosos patitos, cada uno acompañado por los gritos de alborozo de la Señora Pata y de sus amigas. Tan contentas estaban que tardaron un poco en darse cuenta de que un huevo, el más grande de los siete, aún no se había abierto.

Primero salieron seis patitos luego está claro que faltaba el séptimo que es como decir que la obra estaba inconclusa ya que desde la analogía más fácil nos percataremos que estábamos a sábado. Desde un punto de vista bíblico-religioso Dios “hizo” el universo en seis días y entonces descansó: “cuando llegó el día séptimo, Dios había terminado su obra, y descansó el día séptimo de todo lo que había hecho.” Siete son los principios espirituales del ser humano (Atma, Budi, Manas + mente + CM, CA y CF/E);siete son los conocidos chakras, centros.lotos o rosas; siete son los períodos de crecimiento del ser humano: nacimiento, niñez, adolescencia, madurez, etc; siete es el número clave del Maestro Masón y volviendo al huevo del cuento, el más grande de todos, toca esperar finalizar el ciclo de ascenso para llegar al séptimo que es la promesa de la realización final o desarrollo completo. En términos profanos, el domingo que curiosamente quiere decir en ciertos idiomas, “día del Señor” y en otros “ día del Sol”, viene a ser un curioso símbolo de la misma verdad. Según la Escuela RC, además de otras, la humanidad llegará a su perfección en el lejanísimo período de Vulcano, séptimo de una serie de seis.

Todos concentraron su atención en el huevo que permanecía intacto, incluso los patitos recién nacidos, esperando ver algún signo de movimiento.

Al poco, el huevo comenzó a romperse y de él salió un sonriente pato, más grande que sus hermanos, pero ¡oh, sorpresa!, muchísimo más feo y desgarbado que los otros seis...

Y el nacimiento del Aspirante espiritual nos marca en todos los niveles porque nada más nacer y tomar conciencia de que somos Ego y que nuestra sagrada misión es volver a “casa” nos convertimos en distintos, raros, desgarbados, extraños, especiales, particulares y para resumir en diferentes. Y aquellos que han decidido seguir a su Alma (por emplear un término fácil de entender) han quedado marcados por el yugo de la “rareza” la que se explica desde meramente el hacerse “vegetariano” además de otras “rarezas” que dependerán de cada buscador.

La Señora Pata se moría de vergüenza por haber tenido un patito tan feísimo y le apartó con el ala mientras prestaba atención a los otros seis.

Y es muy posible que aquellos que nos han apreciado y querido durante mucho tiempo, compañeros, amigos y familiares, nos juzguen como chiflados y nos digan extrañados que “nos han comido el coco” o “que nos hemos vuelto muy raros y que ya no somos como antes”. Desde un punto de vista material o profano y al no interesarnos como antes ciertas “cosas” de este mundo (ojo a lo que se quiere decir con esta frase) quedaremos en más de una ocasión apartados del curso normal de la vida y esto es muy probable que le haya pasado a más de un lector, aspirante espiritual entonces, que lee estas líneas.

El patito se quedó tristísimo porque se empezó a dar cuenta de que allí no le querían...

Así que cuidado con los sentimientos que despertamos en los que nos rodean al abrazar el viaje de vuelta porque nos podría pasar como al patito feo.

Pasaron los días y su aspecto no mejoraba, al contrario, empeoraba, pues crecía muy rápido y era flacucho y desgarbado, además de bastante torpe el pobrecito.

Y cuando se ha visto un vago reflejo de la Luz y uno exclama frases como “¡esto era lo que yo siempre estaba buscado! o similares, crecemos desde el punto de vista interno y se llega a producir, en un grado diferente en cada uno, un periodo de adaptación a las nuevas circunstancias internas lo que nos hace andar dando tumbos y tropezones, torpes como nuestro amigo, porque ni ya somos como antes ni tampoco somos como seremos. El periodo de crecimiento espiritual y de adaptación implica una serie de cambios tan profundos que ciertamente en muchos casos somos francamente torpes a nivel material y en el incipiente nivel espiritual.

Sus hermanos le jugaban pesadas bromas y se reían constantemente de él llamándole feo y torpe.

Y llamaremos la atención donde quiera que estemos si no somos como todo el mundo de supone que debe de ser. Qué cierto es que el se atreve a ser diferente siempre encuentra varios puntos de resistencia….. uno mismo en su nivel de personalidad y aquellos que te rodean: ¿Quién, en un conocido libro y película, le dijo a su hijo: Hijo mío es que no puedes ser una gaviota como todas las demás?. Resulta que no.

El patito decidió que debía buscar un lugar donde pudiese encontrar amigos que de verdad le quisieran a pesar de su desastroso aspecto y una mañana muy temprano, antes de que se levantase el granjero, huyó por un agujero del cercado.

Y claro está que un buen día iniciamos una búsqueda con la esperanza de encontrar a otros como uno mismo: tan rarito pero con las cosas muy claras. Necesitamos fusionarnos con otras personalidades que nos comprendan y a las que con alegría podamos comprender. Iniciar un camino juntos y compartir las dulzuras y los sinsabores de la búsqueda.

Así llegó a otra granja, donde una vieja le recogió y el patito feo creyó que había encontrado un sitio donde por fin le querrían y cuidarían, pero se equivocó también, porque la vieja era mala y sólo quería que el pobre patito le sirviera de primer plato. También se fue de aquí corriendo.

Llegó el invierno y el patito feo casi se muere de hambre pues tuvo que buscar comida entre el hielo y la nieve y tuvo que huir de cazadores que pretendían dispararle.

Y en esa búsqueda damos con todo tipo de gente…..desde los que francamente se han extraviado, los que andan de un sitio para otro sin encontrar lo que tanto anhelan, los que querrán aprovecharse de nosotros, engañarnos o “vendernos” la Luz que ellos no tienen o los que no nos apreciaran aun siendo parecidos a nosotros……

Al fin llegó la primavera y el patito pasó por un estanque donde encontró las aves más bellas que jamás había visto hasta entonces. Eran elegantes, gráciles y se movían con tanta distinción que se sintió totalmente acomplejado porque él era muy torpe. De todas formas, como no tenía nada que perder se acercó a ellas y les preguntó si podía bañarse también.

Y algún día, llegaremos cansados y agotados después de una larga búsqueda a encontrar dónde y con quién descansar. Salimos del huevo en verano, pasó el otoño y como simiente en “sementera” fuimos puestos en condiciones oscuras en la tierra para a la luz y Luz del Sol brotar, florecer, renacer y encontrar nuestro destino. A veces contemplando a otros que creemos son mucho más que nosotros sin saber la verdad de lo que encierra nuestra naturaleza.

Los cisnes, pues eran cisnes las aves que el patito vio en el estanque, le respondieron:

- ¡Claro que sí, eres uno de los nuestros!

A lo que el patito respondió:

-¡No os burléis de mí!. Ya sé que soy feo y desgarbado, pero no deberíais reír por eso...

- Mira tu reflejo en el estanque -le dijeron ellos- y verás cómo no te mentimos.

El patito se introdujo incrédulo en el agua transparente y lo que vio le dejó maravillado. ¡Durante el largo invierno se había transformado en un precioso cisne!. Aquel patito feo y desgarbado era ahora el cisne más blanco y elegante de todos cuantos había en el estanque.

Así fue como el patito feo se unió a los suyos y vivió feliz para siempre.

Y nuestro “torpe amigo”, mirando su reflejo o habiendo llegado a conocerse vio que se había convertido en alguien completamente distinto. Primero “feo” o burda materia o plomo o piedra bruta o espinos para luego convertirse por obra de la alquimia espiritual en oro y en piedra cúbica pulida o rosa blanca. Primero en patito torpe y segundo en un ave que conoce los tres elementos físicos: agua, tierra y aire y los tres sutiles: eter, astral y mental. Siempre es necesario un largo período de transformación que puede llevar mucho tiempo por no mencionar vidas pero indefectiblemente se llega al final porque la meta está ya fijada antes de salir del huevo como “torpe patito”. El otoño-invierno es un ciclo espiritualmente muy activo en comparación con la primavera-verano (dejando de lado el tema de los hemisferios Norte-Sur) luego todas las trasformaciones simbólico-espirituales suceden en esta época. La primavera, la estación del brotar de la vida en manifestación no puede dejar de recordarnos la vuelta de Parsifal aquel Viernes santo. Y tampoco podemos olvidar que la Primavera empieza con los fuegos de Aries y que en torno a esa fecha y como Festividad curiosamente movible por razones espirituales de alto calibre tenemos la Semana Santa.

Moraleja: Y a semejanza de las viejas fábulas griegas que terminaban con un “Jo Logos deloi joti ou dei” ( la fábula quiere decir que…) quiera nuestra potencia interna divina, eterno Yo soy, convertirnos primero en patito feo y segundo en un bello cisne.