
En el principio fue la forma, luego vino la luz, después el color y finalmente la textura. Como en la creación arquitectónica, la génesis de Juan Medina en su trabajo pictórico descansa sobre una sólida estructura de técnicas y conceptos, donde su memoria se teje en dimensiones plásticas hechas de aceite y canvas.
Con el transcurrir del tiempo, paso de la acuarela hacia el aceite, éste fue el recurso que le permitió acercarse con maestría a la conciencia del tiempo incrustada en la piedra, madera, espejos y todos los modelos-objetos que transfieren la retorica del Renacimiento sin moralizarlo.
Cada una de las pinturas de Juan Medina crea “otro” universo reflejado que emerge y que el espectador tiene ante sus ojos un punto de vista que es el reflejo simétrico de otra realidad y que proyectado regresa a nosotros como la Manerrist, dentro de la descomposición del espacio, de ahí hacia otra realidad figurativa, de la cual la memoria de él solo tiene la llave.
Su trabajo refleja el deseo de un nuevo entendimiento de los objetos de cada día, que como un científico va acercándose a una realidad latente, Durante más de 23 años Medina ha estado pintando progresivamente, incorporando técnicas y materiales que tienen la estructura tridimensional del espacio virtual.........
