Y aceptas tus derrotas
con la cabeza en alto,
con los ojos bien abiertos,
con la compostura de una mujer
y no con el rostro afligido de una niña.
Con el tiempo..
aprendes a construir
todos tus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana,
es demasiado incierto para hacer planes.
Y aprendes que incluso
los agradables rayos de sol queman,
si te expones demasiado a ellos.
Por lo tanto...
siembra tu propio jardín
y adorna tu propia alma,
en vez de esperar
que alguien te traiga flores.
Y así aprenderás
que puedes sobrellevarlo todo,
que en verdad eres fuerte,
vales mucho
y que cada mañana
llega un nuevo amanecer.