...Y tú tan sola en medio de la ciudad, perdida y tú tan alta que no puedo llegarte, hablarte, tus alas tan blancas, tan fuertes entre la lluvia, tocando el cielo, desafiando el plomo de la tarde.
Y tú tan libre, yo no puedo igualarte, despojar mi cuerpo de impurezas mundanas, elevarme bajo la cortina de agua, seguir tu albedrío. Yo no puedo ser ave, en este mundo la libertad de tu vuelo al aire tiene un precio y es tan alto tu precio como inmensa mi esclavitud en un cuerpo.
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