Esto es un hombre que está en los juzgados con una lámpara. Cada vez que se cruza con alguien le pone la lámpara justo delante de la cara, le observa y finalmente, hace un gesto de contrariedad con la cabeza. Un amigo suyo observa como está repitiendo esto con todas las personas con las que se encuentra en los juzgados hasta que al final se decide a preguntarle.
-¿Qué haces?
-Nada, buscando un abogado honrado.
¿Y qué tal?
- Bien …. Todavía no me han robado la lámpara.