Fantasías de la luz

 

-¡Eh! ¡Oiga usted señor, cuantas veces le he dicho que no sueñe más conmigo!

-¿Yo señora? Yo no sueño con usted.

-¿Cómo que no? Si se reflejan en las pupilas de sus ojos mi imagen, o se ha creído que yo soy tonta, - Señora para soñar con usted hay que esta despierto, pero que muy despierto - en las madrugadas me es imposible soñar con su negra imagen, seria como soñar con la muerte, un sueño aterrador, vamos una de esas pesadilla que no quisiera repetir ni una vez, ya tengo bastantes con mis sueños de quimeras para tener que estar soñando con una mujer cualquiera. ¿No será que el día es muy hermoso? Y que los rayos del sol iluminan alegremente en mis pupilas en la que usted se refleja, pero es que es usted la que se interpone entre la luz y yo ¡Reflejando una imagen de mentira con la que si usted soñó! Yo no tengo sueños al anochecer, yo tengo fantasías de amor que me empieza ha enloquecer cuando veo a mi amor en las oscura sombra de las noche aparecer, me veo como un barquero remando hacia la mar adentro para tener un breve encuentro con esa mujer que en la mar en cueros nada como un pez, pero nunca la alcanzo, cuanto más avanzo hacia ella remando con todas mis fuerza más se aleja de mi barca esa mujer y el horizonte. En mis ojos cabe un universo, mis ojos abarcan desde la luz hasta la oscuridad, más allá de esos límites mis retinas se dilatan y se contraen y ya no se diferenciar porque me distrae, por eso el pensamiento me atrae hasta lo más hondo de su más onda conciencia. Oiga señora le diré una cosa, ¿Por qué cree usted, que yo sueño con usted? Si nunca jamás la vi, ¿No será que la que sueña es usted conmigo? Y me quiere hacer ver a mí que yo soy el mendigo de sus sueños donde me ve. Para no enloquecer, ya que jamás amor ha tenido más que el que yo le regale en sus sueños esquivo, hoy mismo le diré venga conmigo mujer  que yo le enseñare lo que anoche soñé. Hoy no es como ayer, ni como será mañana, hoy si puede ser que todo sea una amalgama de todos esos sueños como racimos en ramas lo que no soñé aunque en la mar remaba para poderte ver. La luz conforma un prisma derramando todos sus colores, donde la luz termina, allí, allí es donde nacen las noches y mueren los soles.

(Esa mujer que me sueña y en sus sueños no me puede retener, es porque en pleno sueño se despierta para ver, si me puede ver, ese amor de incontinencia que sus pautas van marcando es el amor de la inocencia la que de noche va derramando toda su esencia a la vez que va llorando sus llantos me impacienta.) Yo juro por mi honor que quisiera atraparla, ¿Pero si en mis sueños no la veo yo como puedo besarla? Esa mujer es como el aire al que se puede respirar, es como el humo que no se puede atrapar, es como el agua que de las manos se te van, la mujer echa fantasía conmigo quiere jugar. A mí me dijeron los duendes, que por las noche salen, que esa mujer es una quimera  que por las madrugada sale y quiere ser la primera en besarme, más yo no quiero jugar con la fantasía de su mente ni me quiero dejar atrapar si no se hace deferente entre la luz y la oscuridad.

-Oiga, señor, es usted un inmoral. Decir que no me sueña, y que si me sueña dentro de su sueño me penetrar, no soy una cualquiera yo soy el sueño de verdad y no una fiera con la que usted quiere jugar,

-Señora yo no la penetro en mis sueños si con usted pudiera soñar es usted la que entra en los míos y en el tenemos un breve encuentro antes de despertad, despierto o dormido y nada más. No hay el porque interpretar que los sueños solo sirve para salir o entrar, también vale para ver que se esconde tras cada mujer. Los sueños solo son fantasías con juegos de luces y  sombras en la que se mezcla lo onírico y lo platónico, eso si, si se traduce interpretándolos todo al revés- se podría saber que hay y que es lo que se esconde detrás de cada ser.