Recuerdos hay tantos, de lo que hemos vivido,
añoranzas que remiten a penas y también alegrías,
felicidades y momentos amargos, muy sentidos…
Aquí estamos quitando obstáculos y espinas.
En los momentos bonitos, estar los cinco,
luchando con amor, siempre con un mismo ideal.
Mi familia es extraordinaria, motor que se mueve.
anclada ante las tormentas, con temple real.
Entre todos nos animamos a luchar sin descanso;
sabemos que nada es fácil, ni llorar ni reir.
Tenemos como bandera el amor, limpio y claro,
rehusamos al silencio, pues hay mucho que decir.
Bajo estos principios: amor, diálogo y confianza,
anclamos nuestro actuar en busca del devenir.
Entorno familiar que a Dios pide y clama,
ánimos, bendiciones y salud, para poder vivir.
Así vamos, sin pretender lo no alcanzable;
haciendo equipo… uniendo esfuerzos.
Conocemos el éxito y el fracaso, nada es perdurable.
En esto no hay retorno… vivimos y no es un sueño.
De día o de noche, con amor y paciencia,
en la salud o en la enfermedad, en la pobreza o en la riqueza.