Tengo lo necesario
para escribir un libro de tristeza,
una pluma de pájaro, un tintero de ausencia,
todas las hojas pálidas, caídas
sobre mi sombra quieta;
mil besos disecados tirando de las venas;
un camino a la luna, blanca virgen desnuda,
y unos pies, desgraciados, que no saben
caminar sin estrella.
Tengo un silencio de guitarra muerta;
un reloj detenido
en la precisa hora de tu falta
y un cuerpo que me sobra,
cerrada ya la puerta a tu presencia.
Tengo una canción vaga, recorriéndome el alma
y unos labios desiertos que no saben decirla.
Tengo hormigas de luna tan hondas en la entraña,
que es mi noche vigilia tras tu sombra
y mi día, cansancio de caminos sin alba.
Tengo lo necesario para llorar,
pero no tengo lágrimas.
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