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Música para el poema
UNA SOLA VERDAD
En madrugada, en su paz y calma,
en su horas largas que besan mi alma
donde en su seno se adormece el cuerpo,
gritando un sueño profundo, e intenso,
me digo, te digo: ¡Ven aqui y tómame!,
acaricia mi silencio, y ámame.
Lo quiero, lo necesito, lo deseo…
como dueña que eres de mis adentros,
aire de vida y paz, que es mi sustento,
mirar tus ojos, sentir tu presencia,
es degustar el sabor de la vida,
sin temer lo amargo que es tu ausencia.
Cojámonos de la mano al dios tiempo,
seamos vida, alma, verdad y cuerpo,
fundidos en un único respirar
siendo el latir a corazón abierto,
nuestro lenguaje y único equipaje,
viviendo los problemas sin agobiar,
dejando a las penas morir sin más.
Eres equilibrio entre amor y amistad
el primero nada es si no existe ella,
falta hacen los dos, amor que comprenda,
pasión, deseo y fuerza que sea, y entienda,
amigo en el lecho amante en la pena.
Quiero sentir amiga a la soledad
a la fría conciencia compañera,
a ti mujer, ser mi sueño y realidad,
siendo cien mil pasiones por dominar,
y una sola verdad, en mi eternidad.
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