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La Cita
¡Adiós, amigo, adiós! ¡El sol se esconde, la luna sale de la nube rota, y Eva me aguarda en el estanque, donde el cisne nada y el nelombo flota!
Voy a estrechar a la mujer que adoro. ¡Cuál me fascina mi delirio extraño! ¡Es el minuto del ensueño de oro de la cita del ósculo en el baño!
¡Es la hora en que los juncos oscilantes de la verde ribera perfumada se inclinan a besar los palpitantes pechos desnudos de mi dulce amada!
¡Es el momento azul en que la linfa tornasolada, transparente y pura, sube hasta el blanco seno de la ninfa como una luminosa vestidura!
¡Es el instante en que la hermosa estrella crepuscular se asoma con anhelo para ver a otra venus que descuella sobre el húmedo esmalte de otro cielo!
¡Es ya cuando las tórtolas se paran y se acarician en los mirtos rojos, y los ángeles castos se preparan a ponerse las manos en los ojos!
Salvador Díaz Mirón
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