A MI HIJO DAVID
Hijo, en esta vida no somos nada,
no somos nadie y la felicidad no existe.
No sé ni comprendo porqué a ti te ha
ocurrido esto, seguramente pienso que
es el designio y destino de los Carrascos,
toda mi vida ha sido el blanco de muchas
desdichas arrastrando con ella a tu madre
y demás familias, sin que por ello haya pensado
que este infortunio sólo han sido coincidencias.
A partir de ahora, sólo vamos a pensar en tu
salud, con la seguridad de que te vas a curar
de esa terrible enfermedad, sé que lo vas a
pasar mal con la aplicación de la quimio terapia,
pero también sé que tu eres fuerte y que vas a
estar siempre dispuesto a lo que sea con valentía
y positividad y, recuerda siempre, que tus padres
y hermanos con nuestro amor te darán toda la
fuerza para que pronto estés bien de salud.
Con nuestro caariño
J.C.F.