La única forma de reparar el cabello dañado es contándotelo. Cuando el cabello dañado llega a un cierto punto, la mejor manera arreglarlo es cortando las puntas secas, quebradizas y abiertas. Pero si lo que quieres es mantener el largo de tu cabello lo más intacto posible, por suerte también tienes a tu disposición algunas soluciones menos permanentes.
Marcarilla
Si tu cabello está dañado debido a excesivos procesos químicos, un antiguo tratamiento intensivo con una mascarilla puede hacer una gran diferencia. Busca una mascarilla espesa y abundante que esté compuesta por cremas hidratantes y fortalecedores del cabello como proteína de soya y los extractos de algas. Para suavizar rehidratar tu cabello deja que la mascarilla se asiente durante aproximadamente 20 minutos. Después lávate muy bien el cabello para retirarla. Repite este proceso una vez por semana.
Champú
Comienza a reestructurar tu cabello cansado y dañado lavándolo regularmente con un champú formulado específicamente para tus necesidades. Usa un champú suave que tenga componentes que den brillo y fortalezcan tu pelo, como la silicona y la queratina. Dado que el champú es un producto de belleza fabricado para ser usado frecuentemente, busca uno que te sirva para aumentar la elasticidad del cabello, especialmente si está muy débil y frágil debido a los extensivos procesos químicos.
Protección térmica
La última cosa que quieres hacer es empeorar más el cabello que ya está dañado. La precaución es absolutamente vital - a menos que, por supuesto, desees que se te caiga el cabello de la cabeza. La mayor parte del daño aparece como resultado de utilizar demasiado calor al peinar el pelo. Si tu rutina de belleza diaria implica el uso de calor (a través de planchas o secadores de cabello), aplica un aerosol de protección térmica para proteger tu cabello contra el calor. Busca un producto suave que mejore el brillo y que tenga micro-polímeros que creen una barrera contra el calor.
Remedio casero
Si tienes un presupuesto muy reducido y no quieres gastar dinero en nuevos tratamientos para reparar tu cabello, haz "todo natural" en tu búsqueda por recuperar un pelo sano y brillante. Después de lavar tu cabello, sécatelo con una toalla y aplícale la mitad de una taza de miel. Deja que se asiente en tu cabello durante unos 20 minutos. Luego, lávate el pelo con agua tibia para dejarlo bien limpio. Para hacer que la miel se vuelva más suave y fácil de aplicar, mézclala con aproximadamente 2 cucharadas de aceite de oliva.