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General: BUENAS NOCHES CON HUMOR
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Un señor que va en coche y se percata de que está perdido, maniobra y pregunta a alguien en la calle: - ¡Disculpe!, ¿podría usted ayudarme? He quedado a las 2:00 con un amigo, llevo media hora de retraso y no sé dónde me encuentro! - Claro que sí -le contesta- se encuentra usted en un coche, a unos 7 Km .. del centro de la ciudad, entre 40 y 42 grados de latitud norte y 58 y 60 de longitud oeste..
Es usted ingeniero, ¿verdad? -dice el del coche
Sí señor, lo soy. ¿Cómo lo ha adivinado?
Muy sencillo, porque todo lo que me ha dicho es "técnicamente correcto", pero "prácticamente inútil": continúo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer con su información.
Usted es POLITICO, ¿verdad? -pregunta el de la calle.
- En efecto -responde orgulloso el del coche- ¿cómo lo ha sabido?
- Porque no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. De hecho, está usted exactamente en la misma situación que estaba antes de preguntarme, pero ahora, por alguna extraña razón parece que la culpa es mía. |
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De: nania2 |
Enviado: 16/10/2013 10:02 |
!!!! MUY BUENO AMIGA
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De: nania2 |
Enviado: 16/10/2013 10:17 |
Visita al ginecólogo
Una
señora está siendo atendida por su ginecólogo. De pronto, suena el
teléfono y el médico atiende con una mano en el teléfono y otra dentro
del 'asunto' de la señora. Absorto, el galeno prosigue en el teléfono:
"Sí, señora. Mire, le daré la dirección".
Y así, haciendo señas con la otra mano continúa:
"Da
vuelta en la glorieta y dobla a la izquierda en la siguiente esquina;
en la siguiente cuadra vira a la derecha y en la otra cuadra a su
izquierda..."
De pronto, cae en la cuenta de en dónde tiene su mano. Con delicadeza se dirige a su paciente:
"Perdón, ¿la lastimé?"
"Doctor, ¿me puede repetir la dirección?", responde la mujer con una sonrisa". ¿Y por qué de costado?
Un
hombre ve un cortejo fúnebre y se da cuenta que el ataúd lo llevan de
costado. El se acerca a un conocido que va detrás del ataúd y le
pregunta que a quién llevan a enterrar.
"A mi suegra", dice el amigo.
"¿Y por qué de costado?"
Susurrando en voz baja, el amigo le contesta:
"Cállate, si la ponemos boca arriba empezará a roncar".
Sin sostén
La esposa de Bonifacio le dice:
"Mírame, ¿verdad que me veo mejor sin el sostén?"
Bonifacio
despega su mirada del periódico. Observa indiferentemente a su mujer
con sus tetas colgantes todas pesadas y le asegura:
"¡Claro que sí, hasta la cara se desarruga
El apartamento
Una
pareja tuvo su primera cita y salieron una noche. Cuando salieron, él
se dio cuenta que no llevaba dinero en efectivo y acordó que le iba a
pagar a ella $500 por los gastos de la cita que tuvo que desembolsar. Al
otro día decide enviarle un cheque a través de su secretaria, pero para
que ésta no se enterara de la relación que hubo entre los dos, le da a
entender que el dinero es en pago por el alquiler de un apartamento. Sin
embargo, el tipo decide enviarle un cheque por $300 en lugar de los
$500 acordados y le expone las siguientes razones:
"Estimada señora:
Le envío $300 en vez de los $500 acordados en pago del apartamento que alquile pues esperaba otra cosa:
1ro. Esperaba un apartamento sin estrenar. 2do. Que tuviera calefacción. 3ro. Que fuera pequeño y resultó todo lo contrario, pues estaba usado, era frío y ancho.
Atentamente, Sr. Inconforme".
Al recibir esto, la joven señora le contesta:
"! Estimado caballero:
Le
devuelvo su dinero pues en verdad no lo necesito, pero debo decirle con
referencia a lo que dice su carta que usted tenía que saber:
1ro. Que un apartamento tan bonito no podía estar sin estrenar. 2do. Que con seguridad usted no supo encender la calefacción. 3ro. Que yo no tengo la culpa de que usted no tenga suficientes muebles para llenar el apartamento".
Atentamente, La Dueña. El testamento de la solterona
Un
vieja solterona llama a la oficina de un abogado y le dice a la
recepcionista que quiere hablar con un abogado acerca de preparar un
testamento. La recepcionista le sugiere hacer una cita para que acuda a
la oficina a ver al abogado. Compungida, la mujer explica:
"Tiene
que entender, señorita, que yo he vivido sola casi toda mi vida;
raramente le veo la cara a alguien y no me gusta salir de mi casa. ¿Hay
alguna posibilidad que el abogado venga acá?"
La chica de la
recepción habla con el abogado y éste acepta entrevistarse en la casa de
la solterona. Cuando el abogado llega a la casa de la mujer, su primer
pregunta fue:
"¿Cuáles son sus propiedades y cómo desea distribuirlos en el testamento?"
"Aparte de los muebles y los artefactos eléctricos que usted ve aquí, tengo una cuenta de ahorros de US$ 50,000".
"¿Y qué piensa hacer con el dinero?", le cuestiona el joven abogado.
"Bueno,
como ya les expliqué, yo he! vivido una vida muy recluida. La gente del
barrio no saben ni quién soy yo. Me gustaría apartar 45 mil para el
funeral".
"Con un funeral así de grande de seguro que hasta en
las noticias la van a dar a conocer. Pero, dígame, que piensa hacer con
los otros US$ 5,000?"
"Pues como nunca he sido casada y nunca me
he acostado con un hombre. Yo quiero usar el resto del dinero para hacer
arreglos con un hombre para que se acueste conmigo. ¿Usted cree que me
pueda conseguir a alguien?"
Esa noche, cuando el abogado le
estuvo contando a su esposa la petición tan rara que había hecho su
nueva clienta, la esposa le insinuó lo mucho que podrían hacer con los
US$ 5,000 extras. Después de convencerlo, acuerdan que él iba a ganarse
ese dinero, no sin antes advertirle:
"Te voy a llevar a la casa de la solterona mañana tempranito, y te voy a esperar a que termines".
La
mañana siguiente, la mujer lo llevó a la casa de la solterona y lo e!
speró. Pasaron tres horas y como el esposo no salía, la mujer,! desespe
rada, comenzó a tocar la bocina del carro. El esposo se asoma por la
ventana y le grita:
"Vení a recogerme mañana; ya la convencí de que la alcaldía la entierre en una fosa común". Hasta por las orejas
Cierto
día, un tipo llega concupiscente a su casa; toma a su mujer por la
cintura y, con voz desesperada y cachonda a la vez, le susurra al oído:
"Mi amor, estoy muy excitado y te voy a dar hasta por las orejas".
"¡No, por las orejas no, por favor, me voy a quedar sorda!"
"¿Y cuándo te has quedado muda?"
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TAMBIEN LOS TUYOS. |
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