Haz que todas tus mañanas sean brillantes, llénate de optimismo, piensa que todo te saldrá bien y no precipites los acontecimientos.
No te apresures a tomar decisiones, date tiempo para pensar.
No dejes que otro piense por ti, porque tú tienes tu propia personalidad.
Sé tú mismo, no dejes de serlo para complacer a otros.
No busques amistades cuyos hábitos sean diferentes a los tuyos, pero si tienes buenos amigos, disfruta de su compañía y de su amistad.
Comparte con tu familia, saca tiempo para compartir con ellos.
Nunca trates de imponer tus propios criterios. Cada persona tiene derecho a opinar y tu deber es oirla. Si así lo haces tu palabra cobrará más fuerza.
Sé paciente con los demás, así demostrarás tu alto grado de madurez.
Haz buen uso de tu dinero para que tu mayordomía sea una responsable.
No desperdicies tu tiempo, pues el tiempo bien usado es un reflejo de tu carácter.
No comas con glotonería, sino para alimentarte. No lo hagas por llenar el vientre, sino por una necesidad.
Saca tiempo para meditar y aprende a contemplar toda la hermosura que Dios creó a través de la Naturaleza.
Respétate a ti mismo y verás que los demás te respetarán.
Esfuérzate cada día por ser un buen ciudadano útil en la sociedad.
Si practicas estas reglas, seguramente serás en el Nuevo Año un ser humano feliz porque con tu comportamiento estás aportando para una mejor convivencia y podrás ser de inspiración para otros.
A ti que siempre has estado ahí, aún en los peores momentos. Tú que siempre tienes la palabra precisa en el momento preciado.
Eres quien comparte la mayoría de mis pensamientos. Por ti he conocido el verdadero sentido de lo que es la amistad y quiero agradecértelo.
Es increíble pensar que son tan fuertes, aunque extraños, los lazos que nos unen. Y aunque no he visto tu rostro; ni hayas visto el mío, ambos sabemos que nos tenemos.
No importa el momento, así sea de grandeza o debilidad, tú eres mi amigo sin rostro pero con mucho corazón!