"Escuchar melodías
suaves y a buen volumen, disminuye la presión arterial y las respuestas de miedo
". ( Una sesión diaria de música barroca relajante como Handel, Bach o
Vivaldi, puede ayudarnos a atenuar el dolor o los estados de ansiedad extremos.
En pacientes sometidos a biopsias, la escucha de Bach, dio como resultado una
disminución en los niveles de presión arterial y tensión muscular.
El
conocido como EFECTO MOZART
, es célebre por ayudar supuestamente a la inteligencia. ( Frances Rauscher y
Gorson Shaw, una pareja de investigadores de la Universidad de
Wisconsin en Estados Unidos, publicaron un estudio en que sostenían que los
estudiantes que escuchaban música de Mozart antes de hacer un examen alcanzaban mejores
resultados ).
Después de haber escuchado
durante 10 minutos la sonata K448 de Mozart, grupos de estudiantes mejoraron
temporalmente su razonamiento espacio-temporal en cuantías de 8 o 9 puntos,
medido mediante pruebas objetivas de coeficientes
intelectuales
Según algunos científicos , la música del genio de
Salzburgo optimiza la resolución de los procesos espacio-temporales y
cognitivos, sin embargo el efecto duraría solamente quince
minutos.
En
uno de los últimos números de la revista JOURNAL OF THE ROYAL SOCIETY OF
MEDICINE el Dr. J. S. Jenkins ha realizado una excelente recapitulación respecto
al efecto Mozart. El efecto Mozart existe, pero hay que delimitarlo y estudiarlo
con más profundidad. He aquí algunos hechos recientes:
1. Usando ratas
como animales de experimentación, tras escuchar la sonata K448, salieron más
rápidamente de un laberinto que las expuestas a silencio o música
minimalista.
2. En cuanto a niños, tras 6 meses de clases de piano y
aprender a tocar melodías simples (incluyendo a Mozart), mostraron mejores
resultados en los tests espacio-temporales que otros niños que dedicaron el
mismo tiempo a los ordenadores.
3. No es la música de Mozart la única en
producir esos efectos favorables. Algunas melodías contemporáneas también lo
hacen, como ciertas composiciones del músico griego-americano Yanni, cuya música
new age, analizada informáticamente, ha mostrado poseer una estructura similar a
la de Mozart.
4. Las técnicas tomográficas y otras han mostrado que el
cerebro humano utiliza diversas zonas para procesar la música. El ritmo y el
tono tienden a procesarse en el lado izquierdo; el timbre y la melodía en el
derecho. Las zonas que corresponden a tareas espacio-temporales se superponen a
las musicales, por lo que el profesor Jenkins afirma que «la audición musical
podría estimular la activación de las zonas cerebrales relacionadas con el
razonamiento espacial».
5. El principal y más claro efecto Mozart, con la
sonata K448, ha sido su gran acción disminuyendo la actividad epileptiforme en
un gran número de pacientes con diversos grados de gravedad de episodios
epilépticos.
6. ¿Cuál es el componente mágico del efecto Mozart?. Los
potentes análisis realizados informáticamente sobre la naturaleza de la música
de varios compositores ha mostrado que la que posee propiedades sobre el
razonamiento espacial o la epilepsia, como la de Mozart y Bach, posee una
«periodicidad de largo plazo», que no tiene el resto de música sin efecto. Ello
consiste en formas de ondas que se repiten regularmente, pero espaciadas.
En
resumen. Hace falta profundizar científicamente más en las relaciones entre
música y actividades cerebrales. Mientras tanto deleitémonos con la de Mozart y
aconsejemos que hagan lo mismo nuestros futuros arquitectos, matemáticos,
pilotos, controladores aéreos, jugadores de ajedrez, etcétera, cuyas habilidades
espacio-temporales son esenciales.
Epilepsia
En algunos países
europeos, como Gran Bretaña, una persona de cada 130 sufre epilepsia. Un estudio
realizado sobre 39 pacientes con epilepsia severa, midiendo sus ondas
cerebrales, reveló que la audición de la música de Mozart redujo
significativamente la actividad epiléptica en 29 de ellos. En bastantes
pacientes, la presencia de ondas epilépticas se redujo a la mitad de tiempo. Al
interrumpir la música la mayoría de los efectos favorables disminuyeron.
Persistencia
Lo más llamativo del efecto Mozart es la
disminución de los episodios epilépticos. Para comprobar también si se dan
consecuencias a largo plazo a una niña de 8 años que sufría episodios
epilépticos durante el tiempo diario que estaba despierta se le hizo que
escuchase la sonata K448 de Mozart durante 10 minutos cada hora. El número de
episodios ee redujo desde 9 en las primeras 4
horas.
Sensatez
Frances Rauscher, la investigadora y
profesora de psicología de la Universidad de Wisconsin-Oshkosh, que realizó el
primer estudio experimental en 1993 está escandalizada con el grado de
explotación comercial del efecto Mozart. En todas sus conferencias deja claro
que no existe evidencia científica de que al escuchar algún tipo de música se
incremente la inteligencia. ( 6 )