Una madre le dice a su hijo antes de ir a clase:
—Arturito, ponte el impermeable por si llueve.
—¡Pero si no se ve ni una nube!
—Haz lo que te digo —ordena la madre—. Y llévate la bufanda por si hace frío.
—¡Pero si hace un sol de justicia!
—No protestes —vuelve a mandar la madre.
El pequeño, resentido, pregunta:
—Mami, ¿me llevo también el frigorífico?... Por si me entra hambre.