Guardo en una hoja de papel arrugado
parte del corazón hoy adolorido,
son tres rosas que mi espíritu ha escondido
en las entrañas del alma, y que he amado.
Cada rosa es de un rey de reyes soñado,
negaron un mar mi nombre, y al olvido
llevaron mi cantar de diosa encendido,
abrieron llagas y el llanto ensangrentado.
Las tres rosas están unidas en lazo
de oro, labrado con lágrimas de amante
para que perduraran en el regazo.
Mi corazón dio su sangre de gigante
por las rosas, y al irradiar un trazo
de su esencia, les dio vida y luz constante.