Tu cuerpo está a mi lado fácil, dulce, callado. Tu cabeza en mi pecho se arrepiente con los ojos cerrados y yo te miro y fumo y acaricio tu pelo enamorado. Esta mortal ternura con que callo te está abrazando a ti mientras yo tengo inmóviles mis brazos. Miro mi cuerpo, el muslo en que descansa tu cansancio, tu blando seno oculto y apretado y el bajo y suave respirar de tu vientre sin mis labios. Te digo a media voz cosas que invento a cada rato y me pongo de veras triste y solo y te beso como si fueras tu retrato. Tú, sin hablar, me miras y te aprietas a mí y haces tu llanto sin lágrimas, sin ojos, sin espanto. Y yo vuelvo a fumar, mientras las cosas se ponen a escuchar lo que no hablamos
Rosas rojas me has traído hoy Eterno símbolo de nuestro amor. Rosas rojas que mis sentidos comienzan a inquietar Portadoras del cariño que nos vamos a entregar.
Las recibo enardecida de pasión Pues como tú, yo también deseo seamos uno en el amor. De cada flor con sus pétalos mi cuerpo perfumare Para ti amor, con ellas me vestiré.
En la más sutil de las entregas Seré para ti suave y tierna caricia Mujer complaciente que derroche amor con delicia Diosa de ardiente pasión que enardezca tu cuerpo con fervor.
Navegaremos entrelazados las aguas del placer Impregnados por el perfume de nuestro íntimo ser