¡Hola gente!
El desequilibrio entre las exageradas expectativas generadas por las visualizaciones del pensamiento positivo y los resultados pobres que se obtienen en la práctica podría convertirse en un agresivo bumerán que golpearía duro al optimista artificial, conduciendo a frustraciones mayores, cuando no estados depresivos.
De esto hablo en mi nota más reciente “Más expectativas,menos alegría” (ß clic aquí, por favor, para leerla).
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