Dos hombres y una ventana
Dos hombres, ambos gravemente enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. Uno de ellos tenía vista a una ventana y podía sentarse, mientras que el otro permanecía inmóvil, acostado, sin poder moverse.
Los dos hombres conversaban por horas y horas. Hablaban sobre sus familias, sus trabajos, de sus sueños, de sus frustraciones, su juventud. Pero, en las tardes, el hombre que estaba frente a la ventana y sí podía moverse, se pasaba el tiempo describiéndole a su compañero el paisaje que veía desde allí.
Mientras le describían el paisaje y las cosas que ocurrían afuera, el otro comenzaba a revivir, como si su mundo se agrandara con todos esos detalles, colores y figuras del mundo exterior.
Se divisaba desde la ventana un hermoso lago con cisnes, personas caminando, niños jugando con pequeños barcos de papel; jóvenes enamorados que caminaban abrazados entre flores; grandes y hermosos árboles que adornaban el paisaje y una ligera vista de la ciudad, que podía verse a la distancia.
Como el hombre de la ventana describía todo esto con gran lujo de detalles, el hombre de la cama podía cerrar los ojos e imaginarse todas esas pintorescas escenas.
Una cálida tarde de verano, el hombre de la ventana le describió los detalles de un desfile que pasaba por ahí. También le narraba la salida del Sol, y ni hablar de ese fenomenal arcoíris que salió después de una tremenda tempestad. Así todos los días describía un detalle diferente, algo nuevo y llamativo que sucedía afuera, resaltando, en cada frase, el bello milagro de la vida que se desarrollaba alrededor de ellos.
Pasaron los días y el amigo de la ventana fue dado de alta, así que el otro enfermo, que ya se sentía mucho mejor y podía incorporarse, le pidió a la enfermera que lo pusiera en la cama que acababa de dejar su compañero, al frente de la maravillosa ventana, para poder tener la dicha de ver todo ese paisaje por sí mismo. Cuál sería su sorpresa al ver que desde la ventana sólo se veía un muro alto pintado de blanco, y nada más.
El hombre le preguntó a la enfermera qué podría haber motivado a su compañero para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana. La enfermera le dijo que el hombre era ciego.... -"Quizás sólo quería animarle a usted"
¿ QUÉ MOTIVÓ A AQUEL HOMBRE A DESCRIBIR A SU COMPAÑERO DE DESDICHA AQUELLAS MARAVILLAS QUE PODÍA IMAGINAR ? ....
Seguramente la esperanza , la ilusión y el AMOR y es que quizás , los SUEÑOS ayuden a VIVIR ...
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