"No se turbe tu corazón; no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad o angustia. ¿No estoy yo aquí? ¿No soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué mas has menester?
Oh Madre Reina de nuestros corazones Virgen del Rosario,
Yo me consagro a tí en este día prometo
ser instrumento de definición del camino
hacia tu amadísimo hijo, y pongo a tu servicio todo mi cuerpo,
mi energía, mi alma y en fin,
todo cuanto poseo para peregrinar
hacia la plenitud viviendo en tus virtudes,
promulgando tu nombre como Madre
del verdadero camino hacia el Padre.
Amén.
PALABRAS A LA VIRGEN MARIA
Qué bonito sería si nadie te rechazara, si todo el mundo te amara, a tí Virgen María; y en cada amanecer todos te saludaran con el Ave María.
¡Qué bonito sería! Y al anochecer en todos los hogares, rezando el rosario, juntos en familia…
¡Qué bonito, qué bonito sería! Pero por desgracia, tantos te rechazan y hasta te calumnian y creen que con eso dan honor a Dios, y van por el mundo con la frente en alto, repitiendo a voces…
¡Señor, Señor… contigo todo, pero con tu madre NO! Si pudieran contemplar cara a cara al Señor, en ella encontrarían una queja de dolor y llegaría a sus oídos el eco triste de su voz…
¿Por qué se empeñan en separarnos a los dos, si donde se encuentra ella, allí me encontraré YO?… ¿Por qué me la hieren tanto, no comprenden mi dolor… si ella me llevó en su vientre; con su sangre me alimentó?
Su corazón y el mío son un mismo corazón… si la desprecian a Ella, el despreciado soy Yo.