Creo
En mis formas, en mis caminos; en esos que duelen pero que rinden frutos.
Creo
En el sendero de la verdad, en el sendero difícil.
Creo
En mi alma, en esa porción agazapada de mí.
Creo
En quien soy y, por lo tanto, en quien a pesar de las derrotas no tengo intenciones de dejar de ser.
Creo
En mi sueño, en el magnífico sueño que seguiré construyendo hasta que no me queden más fuerzas para creer.
Creo
En el destino, en mi historia, en mis pasos y en mi experiencia.
Creo
En mis ganas de dar y creo en un mundo maravilloso que espera recibir mi gota de cariño.
Creo
En la amistad, en los besos, en la lluvia, en las sonrisas y en los secretos.
Creo
En mi esfuerzo por crecer, en mis ganas de crecer.
Creo
En la vida, y en la magia con la que toca todas las cosas.
Creo
En el destino y en un futuro de recompensa para quienes afrontan el desafío de ser fieles a sí mismos.
Creo en mí;
sobre todo creo en mí cuando caigo, cuando no tengo fuerzas, cuando el viento sopla y mis velas ceden,
sigo creyendo en aguantar y en volver con todas mis fuerzas para seguir y seguir creyendo,
y seguir andando, y seguir viviendo…
FELIZ DOMINGO
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