5 actitudes que te van a sorprender en Canadá
Estar en Canadá es un gran viaje, no sólo por la cantidad de paisajes increíbles y ciudades maravillosas que puedes conocer, sino porque su gente es increíblemente honesta y muy diferente a todo lo que has conocido.
En Canadá hay una gran mezcla de inmigrantes europeos que llevan ahí más de 200 años e inmigrantes hindúes, africanos y orientales que le han agregado un toque de diversidad a su cultura.
Pero seas de donde seas, en cuanto pisas Canadá te conviertes en la mejor versión de ti mismo. Más si sigues el lema de a donde fueres haz como vieres… Los canadienses son personas amables, educadas y muy civilizadas.
Aquí les dejo las 5 actitudes que más me sorprendieron de mi semestre en Canadá:
1. La honestidad
En ningún otro lugar del mundo puedes dejar 5 dólares encima de una lavadora comunitaria y encontrarlos ahí mismo, esperando por ti, 3 días después.
Esto no fue una casualidad… fue una constante. Cada vez que se nos olvidaban las moneditas del cambio en la lavadora que compartíamos con 300 estudiantes más, ahí estaban, acomodadas y esperando por su dueño.
Lo mismo con cualquier cosa que dejaras, en cualquier lugar. Una vez una amiga dejó su ropa en la secadora y no se dio cuenta… regresó por ella varios días después para encontrar su ropa sobre la misma lavadora con un post it que decía “traté de doblarla un poco para que no se fuera a ensuciar nuevamente”. Simplemente los amas.
2. Civilidad al máximo
Este es el país del respeto a las reglas de convivencia y urbanidad. Aquí nadie cruza la calle a la mitad y si se te ocurre poner un pie debajo de la banqueta el coche que te vea va a frenar lo más rápido posible.
No hay nadie que revise tu entrada al metro, se asume que eres lo suficientemente responsable como para pagar tu pasaje. Los camiones se para sólo en las estaciones indicadas para hacerlo, los coches frenan antes de la cebra y si ven el amarillo disminuyen la velocidad para detenerse por completo al rojo.
3. Amabilidad
A pesar de lo frío de su clima, la gente en Canadá es muy amable y harán de más por ayudarte. Si preguntas una dirección te la explicarán con sumo detalle, incluso te acompañarán a la parada del camión correcta o te indicarán cuál es la línea que debes tomar aun cuando ya no estés hablando con ellos.
Siempre habrá alguien que se ofrezca a ayudarte con las cajas o bolsas que traigas, que te ceda un asiento si traes cosas cargando, que te ofrezca una mano para subir o bajar, que te ceda el paso y todo con una sonrisa.
4. Puntualidad
A fin de cuentas son parte del Reino Unido y se rigen bajo sus reglas… incluida la puntualidad. Si ellos dicen a las 11 a las 11 es, ni un minuto antes ni uno después. Esto puede resultar particularmente complicado para los latinos, pero una vez que entiendes que para ellos es importante es fácil adaptarte, sobre todo porque su puntualidad se extiende a todos: metro, camión, horarios del cine, espectáculos, tiempo de cierre o apertura de lugares, etc.
Y no ven con buenos ojos que llegues tarde… Yo, impuntual por naturaleza, tuve muchos problemas para adaptarme a los horarios exactos de las clases. Y los profesores están ahí en el momento justo y se van exactamente cuando tienen que irse.
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5. Confianza en el otro
Quizá sea la actitud de fondo de todas las anteriores pero los canadienses tienen fe en la humanidad, fe en que el vecino hará su parte, el gobierno la suya… fe en que si todos hacemos las cosas que nos tocan el país funciona. Y así viven, haciendo lo que les toca de la mejor manera posible porque sí creen que su granito de arena aporta.
Esta actitud es admirable… Esta confianza en el de al lado es lo que motiva a que todo funcione como debe y que Canadá sea uno de los países con mejor calidad de vida.
La próxima vez que vayan fíjense en todas estas cosas que los canadienses harán por ustedes… y empápense de toda la cultura que tiene ese país para ofrecerles.
DIDIER PIPOLL