Velorio Terminado el velório, los empleados de la funeraria comienzan a cerrara el ataúd. Desesperada, la viuda se lanza sobre el cuepo del marido y empieza a sollozar : - ¡Ay, querido! Ellos te van a llevar donde no hay luz, no hay comida, no hay bebida, no hay nada... Al lado , el cuñado borracho comenta a gritos: - ¡ Ah, no! ¡Ni se te ocurra llevarte a ese desgraciado a tu casa!
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