Tu gato ha muerto Otto y Fritz eran excelentes amigos. Un día, Otto se va de viaje, y Fritz le envía una carta informándole: "Otto, tu gato ha muerto". Otto, dolorido, le reclama con otra carta: "Fritz eres un desconsiderado, ¿cómo se te ocurre mandarme una carta diciéndome tan fríamente que mi gato ha muerto? Tienes que ir preparándome, poco a poco, diciéndome, por ejemplo: Otto, tu gato se ha perdido; Otto, tu gato se subió al tejado". Transcurridos varios días, Otto recibe otra carta de Fritz: "Otto, tu abuelita se subió al tejado; Otto, tu abuelita se perdió".
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