Martes 25 Agosto 2015
Martes de la vigésima primera semana del tiempo ordinario
San José de Calasanz
Leer el comentario del Evangelio por
San Juan Eudes : «Purifica primero tu interior «
San Pablo a los Tesalonicenses 1 2,1-8.
Ustedes saben muy bien, hermanos, que la visita que les hicimos no fue inútil.
Después de ser maltratados e insultados en Filipos, como ya saben, Dios nos dio
la audacia necesaria para anunciarles su Buena Noticia en medio de un penoso
combate.
Nuestra predicación no se inspira en el error, ni en la impureza, ni en el engaño.
Al contrario, Dios nos encontró dignos de confiarnos la Buena Noticia, y nosotros la
predicamos, procurando agradar no a los hombres, sino a Dios, que examina
nuestros corazones.
Ustedes saben -y Dios es testigo de ello- que nunca hemos tenido
palabras de adulación, ni hemos buscado pretexto para ganar dinero.
Tampoco hemos ambicionado el reconocimiento de los hombres, ni de
ustedes ni de nadie, si bien, como Apóstoles de Cristo, teníamos el derecho
de hacernos valer. Al contrario, fuimos tan condescendientes con ustedes,
como una madre que alimenta y cuida a sus hijos.
solamente la Buena Noticia de Dios, sino también nuestra propia vida: tan
queridos llegaron a sernos.
Salmo 139(138),1-3.4-6.
Señor, tú me sondeas y me conoces,
tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares.
Antes que la palabra esté en mi lengua,
tú, Señor, la conoces plenamente;
me rodeas por detrás y por delante
y tienes puesta tu mano sobre mí;
una ciencia tan admirable me sobrepasa:
es tan alta que no puedo alcanzarla.
Mateo 23,23-26.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del
hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad Hay que practicar esto, sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno!
¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por
fuera.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
San Juan Eudes (1601-1680), presbítero, predicador, fundador de institutos religiosos
Corazón admirable, c. 12
«Purifica primero tu interior «
¡Oh Dios mío, cuán admirable es tu amor para con nosotros! ¡Sois infinitamente
digno de ser amado, alabado y glorificado! Nosotros, de ninguna manera tenemos
corazón ni espíritu que sea digno de ello; pero vuestra sabiduría y vuestra bondad nos
han dado un medio para ello: nos habéis dado el Espíritu y el corazón de vuestro Hijo
para ser nuestro propio espíritu y nuestro propio corazón, según la promesa que nos
habéis hecho por vuestro profeta: «Os daré un corazón nuevo, os infundiré un espíritu
nuevo» (Ez 36,26). Y para que conociéramos cuál es este corazón y este espíritu nuevo,
habéis añadido: «Pondré mi Espíritu» que es mi corazón, «en vosotros» (v. 27). Tan solo
el Espiritu y el Corazon de Dios son dignos de amar y alabar a Dios, capaces de bendecirlo y
y amarlo tanto como se debe. Por eso nos habéis dado vuestro corazón, el
corazón de vuestro Hijo Jesús, y también el corazón de su divina madre y el de todos los santos
y los miembros, que no son sino un solo cuerpo (Ef 4,15)...
Renunciad, pues, hermanos a vuestro propio corazón, a vuestro propio espíritu, a vuestra propia voluntad y a vuestro amor propio. Daos a Jesús para poder entrar en la inmensidad de su
corazón que contiene el de su madre y el de todos los santos, para poderos perder en este abismo de amor, de humildad y de paciencia. Si amáis a vuestro prójimo y tenéis un acto de caridad para hacer, amadle y haced por él lo que debáis en el corazón de Jesús. Si se trata
de humillarse, que sea con la humildad de este corazón. Si se trata de obedecer, que sea con la obediencia de su corazón. Si hay que alabar, adorar, agradecer a Dios, que sea unidos a la adoración, la alabanza y la acción de gracias que se nos da a través de este gran corazón... Cualquier cosa que hagáis, hacedlo todo en el espíritu de este corazón renunciando al vuestro, dándoos a Jesús para actuar con el Espíritu que anima su corazón.
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,