¿Debe Canadá aceptar y facilitar la llegada de más refugiados al país?

Lo que pasó con una familia y los niños sirios ahogados en el mediterráneo y que no fueron aceptados por Canadá, porque supuestamente Migración le rechazó una petición de refugio al padre que intentaba proteger a su familia, generó fuertes reacciones contra el actual Gobierno Conservador, por las fuertes  medidas que ha tomado para impedir la llegada de personas que necesitan alguna protección de diferentes países en conflicto o que sufren alguna clase de violencia como Siria o México, pero hay quienes creen que esa política es buena para evitar los fraudes que se estaban cometiendo al sistema.
 

EDITORIAL.-Durante años Canadá fue por excelencia uno de los países del mundo donde se aceptaban más refugiados, que permitía la llegada de personas de países en conflicto o donde la violencia fuera considerada una verdadera amenaza contra la vida, la integridad, la violación de los derechos humanos o cualquier forma de ataque por raza, sexo, religión o filiación política, pero las normas durante el Gobierno Conservador han cambiado y ahora lograr un estatus de refugiado en el país es algo muy difícil de lograr.
 

Algunos canadienses están de acuerdo con las posturas duras del Gobierno contra los solicitantes de refugio, por los fraudes que se han cometido en el pasado, pero muchos que están pidiendo un cambio, creen que están “pagando justos por pecadores” como dice el adagio popular, como lo demuestra el caso de la familia siria, cuyo padre perdió a sus dos hijos y su esposa, ahogados en el mediterránea, intentado huir de la guerra.
 

Las imágenes de los niños ahogados rompieron el corazón de muchas personas en el mundo, y generaron que muchos se concientizarán de la difícil situación por la que están pasando los sirios y como ellos muchas personas desesperadas que arriesgan sus vidas para escapar de la violencia. Actualmente los países Europeos, Australia y otras naciones con economías desarrolladas buscan la manera de brindar protección a estas personas que lo requieren, pero Canadá sigue manteniendo su posición firme de que no puede recibir más refugiados, lo que ha generado muchas críticas, de muchas organizaciones que le piden al Gobierno abrir sus puertas a un mayor número de refugiados sirios en la misma forma en que el país respondió a la crisis de Kosovo y de refugiados vietnamitas, o como lo hicieron con los Chilenos, los centroamericanos, los africanos, los colombianos y muchos otros en su respectivo momento.
 

Pero el número de refugiados que logran obtener la ayuda del Gobierno y la protección de sus instituciones, ha disminuido desde el actual gobierno de Stephen Harper se convirtió en primer ministro en el 2006, porque por un lado limito el ingreso de personas que intentan escapar de países en conflicto, como el caso de Siria que vive una guerra civil, o de países con graves problemas de violencia como México, una posición que muchos consideran va contra lo establecido en la Constitución Política de Canadá, pero además porque se volvió mucho más exigente en las pruebas que deben presentar las personas que exigen protección, lo que permite que muchas personas sean rechazadas, aun teniendo mérito para que su caso sea aceptado.
 

Ante las críticas el gobierno de Canadá dice que nunca negó solicitudes de refugio de la familia siria, del padre del niños de tres años de edad, Alan Kurdi, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en una playa de Turquía, pero aun no determina si va a cambiar su política migratoria con respecto a los refugiados que en los últimos años, incluidos los que ya están dentro del país, porque se han perdido parte de las ayudadas que tenían, por los fraudes que muchos inmigrantes cometieron.
 

Por ahora el Ministro de Inmigración, Chris Alexander, dijo que se está analizando todo lo que paso con el caso serio, para establecer cómo se va actuar sobre la crisis migratoria y humanitaria que está afectando a Europa, mientras los partidos en la oposición, líderes políticos, y organizaciones humanitarias piden abrir las puertas o la renuncia del ministro.