Florens, florentis, participio presente de floreo, florere, que traducimos como "el que está en flor",
"el que florece" o "floreciendo" es el origen común de Florencios y Florencias, Florentinos y Florentinas.
Evocación todos ellos del mejor momento de nuestra vida y del mejor modo de vivirla, siempre en flor
como la naturaleza en su momento más esplendoroso.
Pero llevando la viveza y la alegría de las flores en el nombre, como formando parte de una nueva
naturaleza, siempre alegre, siempre primaveral. Florentino tiene la cualidad léxica de ser al mismo
tiempo gentilicio de Florencio (hijo de Florencio, de la familia de los Florencios), y también
gentilicio de Florencia, la bella ciudad italiana.
En cualquier caso es un nombre agradecido.
Se mire por donde se mire, rebosa gracia y belleza.
Actualmente se ha despertado el interés por la recuperación de nombres que fueron arrinconados
porque dejaron de estar de moda, a pesar de su belleza y sonoridad. Hoy el nombre de
Florentino suena muy elegante.
Con él suena sobre todo, e inevitablemente, Florencia. Arte, belleza e historia a raudales
.