Como somos mortales, cada talento, destreza y habilidad que conozcamos, cada pensamiento y sentimientos que poseamos,
cada bella imagen que contemplemos, cada posesión material que contenemos, desaparecerán en definitiva.
Al menos que demos cuanto tengamos a otros, amigos vecinos, extraños con quien nos topemos en el camino de la vida
Todo lo que tenemos desparecerá irrevocablemente.
Al menos que hubiésemos compartido buenos momentos con nuestros semejantes.
Alberto
¡FELIZ DOMINGO¡
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