La celebración del
Día de Muertos no sólo dura dos días. Según los abuelos la tradición comienza en este orden: Comienza el día 28 de octubre y se prende la primera luz (veladora blanca) y una flor blanca para dar la bienvenida a las animas solas. El día 29 de octubre se prende otra veladora y se coloca un vaso con agua dedicado a difuntos olvidados y desamparados. El día 30 de octubre se prende una nueva veladora se coloca otro vaso con agua y se pone un pan blanco (bolillo o telera) para los difuntos que se fueron sin comer o los que tuvieron algún accidente. El 31 de octubre se prende otra veladora, ponemos otro vaso con agua, otro pan blanco y colocamos una fruta (mandarina, naranja o guayaba) esto es para los muertos de los muertos (ancestros) o sea los abuelos de tus papas que algunos tuvimos o tienen el gusto de conocerlos (bisabuelos). El día 1 de noviembre que es el día que se conoce como día de los muertos pequeños, chiquitos o niños en este día se pone toda la comida dulce, calabaza, guayaba, chocolate, miel, flores. El día 2 de noviembre conocido como el día de los fieles difuntos o de los muertos grandes que es el día que se coloca toda la comida, mole, arroz, tamales, cigarros, cervezas, aguardiente y en todos los días de la celebración obvio se ponen flores, se quema incienso de copal de preferencia. Al final, el día 3 de noviembre se prende la última veladora blanca se quema copal y se les despide pidiendo que vuelvan el siguiente año a visitarnos otra vez.