Es difícil precisar cuando comenzó
a celebrarse la Navidad tal
cual hoy la conocemos.
Lo cierto es que las costumbres,
mitos y leyendas que se le fueron
sumando a lo largo de los siglos
provienen de muchos países diferentes.
Tampoco se conoce el día
exacto del nacimiento de Jesús,
aunque se sabe que fue durante
el reinado de Herodes. A mediados
del siglo IV, el Papa Julio
I estableció la fecha del 25 de
diciembre, día próximo a muchas
fiestas del solsticio de invierno
que se celebran en la antigüedad.
La aparición de Papá Noel
también llamado Santa Claus,
Sinterklaas o Pere Noel, según
el país- así como la tradición
del árbol navideño o la
representación del pesebre, son
costumbres que provienen
tanto de la leyenda como de la realidad.
La figura de Papá Noel, por
ejemplo, esta inspirada en
la vida del obispo de Mira -
en la actual Turquía- conocido
hoy como San Nicolás, que fue
muy popular por su bondad y
generosidad con los pobres.
EL ÁRBOL:
Cuando en invierno los árboles
perdían sus hojas, los germanos
los vestían para que los espíritus
buenos que en ellos habitaban
regresaran pronto. Los adornos
más comunes eran manzanas
o piedra pintadas, eso fue el
origen de los adornos,
las bolas de cristal se
incorporan alrededor de 1750 en Bohemia.
Buena parte de la tradición del
árbol de Navidad, en cambio,
tuvo su origen en una leyenda
europea: se dice que durante
una fría noche de invierno,
un niño busco refugio en la
casa de un leñador y su esposa,
que lo recibieron y le dieron
de comer. Durante la noche
el niño se convirtió en un ángel
vestido de oro: era el niño Dios.
Para recompensar la bondad
de los ancianos, tomo una rama
de un pino y les dijo que la
sembraran, prometiéndoles que
cada año daría frutos. Y así fue:
aquel árbol dio manzanas de
oro y nueces de plata. Fue San
Francisco de Asis quien populariza
la costumbre de armar un pesebre.
En su viaje a Belén, en el año
1220, quedo asombrado por la
manera como se celebraba
allí la Navidad. Entonces,
cuando regreso a Italia le pidió
autorización al Papa Honorio
III para representar el nacimiento
de Jesús con un pesebre viviente.
A partir de ese momento, la tradición
se extendió por Europa y luego
por el resto del mundo. Hoy Papá
Noel, el arbolito y el pesebre son
los símbolos universales de la Navidad.
Tan universales como la costumbre
de desearles a todos y en
todas partes, felices fiestas.