Casi nunca es posible
adivinar tus pensamientos.
Pareces el mar,
con sus olas,
calmas y tempestades.
Siempre lejano,
siempre enigmático
e incomprensible.
Pero aun así,
amo todo en ti.
Mi mar, abismo
en el que con angustia
me pierdo.
Llevas anclado
al corazón
el desconcierto.
El enigma y el azar
guían tu existencia.
Te pareces al mar