quise mirar por la rendija
de mis pasos idos,
simulando el vacío
de mis ojos dormidos
Contuve el paisaje
del trigo naciente
como si recién
pudieran quererme,
más me detuve
en un espacio gimiente,
y me fui por el este
sin que pudiera entenderte
No hubo fronteras
que detuvieran mi mente
no hubo nada que fuera coherente
solo el metal que ajusta mi mano
y que no me deja ir
más allá del ocaso
Te puedo presentir
titubeando el traspaso
que te lleve a la mar
sin disfrutar de mi abrazo más
el poema que duerme en mi regazo
será tuyo y será eterno
más allá de mi abrazo
más allá de mis ojos cerrados,
vacíos y nublados
como si me los hubieran robado
d/a