Empiezo a escribir y no se me ocurre nada,
las gotas de lluvia clara hacen que,
que se me escapen las palabras…
Me gustaría decir tantas cosas y,
y una vez más algo quiebra mis ojos
y de forma repartida, bloquea mi mente.
Solo puedo sentir un profundo vacío
lleno de lágrimas a tus pies, te quiero
y mi tristeza perdió el control entre masas…
Masas blancas, grises y de mil colores
que no sirven sino para hacer pensar, dar placer
para herirlo, hasta hacerlo desaparecer.
No, no digas nada ya. Congela tu boca,
quiebra las palabras, esfuma tu figura de hilo
y deja que se escape de mis oídos
tu respiración dorada.
Mira mi mirada y vuelve tu calor a otros,
a otros ojos parecidos en tu fuego inquietante,
no quiero ver los míos arrugados de sangre, y…
No amor no. No volvamos a repetir situaciones,
a vibrar y librar las pieles cada tarde a escondidas
en espera de un sí, un tal vez u otra estupidez.
Mis manos tiemblan por ti -susurraste- y yo
te quiero y es así como te pierdo, vuélvete.
Era distinto cuando éramos un tu y un yo
desconocidos… pero ahora…
en este espacio abismal, solo somos,
dos paralelos unidos en la distancia desigual…
Se que esto puede ser razonable y
quiero equivocarme;
sufriré sola hasta que podamos vernos,
vernos en el mismo espejo sin mirarnos.
No, amor no. No quiero seguir matando,
aplastando cada minuto con la vida y
debo reunir este palpitar constante y
vivir en nuevos mañanas que esperan.
Ve en busca de otras espumas, blancas,
que llenen tus aguas sin dañarte y yo;
protegeré tu recuerdo del daño,
sí, del daño que me hace recordarte.
Puede ser que el camino esté más abajo,
cubierto de espesos pinos, recónditos
como tu ser, como el monte de tu suelo.
Esperaré entonces para no errar, quieta
pensaré, anclada como me dejaste y será
entonces cuando sin problemas ni errores,
veré y tendré la embarcación de mis sueños.
SUGERENCIAS
En este mundo hostil solo hay poder,
desaparecieron las estrellas junto a los poetas,
la Luna es tan solo una esfera viciada,
satélite de un planeta pringado de "tierra".