Para los repasos de mañana y noche:
(103) Dios, al ser Amor, es también felicidad.
Quiero recordar que el amor es felicidad y que nada más me puede hacer feliz.
Elijo, por lo tanto, no abrigar ningún substituto para el amor.
(104) Busco únicamente lo que en verdad me pertenece.
El amor, al igual que la dicha, constituyen mi patrimonio.
Éstos son los regalos que mi Padre me dio.
Aceptaré todo lo que en verdad me pertenece.
A la hora en punto:
Dios, al ser Amor, es también felicidad.
Media hora más tarde:
Busco únicamente lo que en verdad me pertenece.
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,