"Si, a pesar de vuestros esfuerzos por seguir una enseñanza espiritual, encontráis toda clase de obstáculos y dificultades en vuestro camino, no os desaniméis. La causa está en los errores cometidos en vuestras pasadas encarnaciones que os persiguen hasta la presente. Entonces, ahora, la mejor manera de progresar, es poner en vuestra cabeza una idea divina y hacer todo lo posible para realizarla. Tomemos por ejemplo las palabras de Jesús en el Padrenuestro: «Hágase tu voluntad así en la tierra como en el Cielo». La tierra, es también cada uno de vosotros, no sólo vuestro cuerpo físico sino también vuestros cuerpos psíquicos, y si tenéis por ideal introducir el esplendor y la perfección del Cielo en vuestra existencia cotidiana, dejaréis a vuestro paso ondas armoniosas y benéficas que harán que os reconozcan como hijos de Dios. Las criaturas celestiales del mundo invisible se acercarán a vosotros para sosteneros y es así como lograréis liberaros del viejo pasado. Por lo tanto, en vez de desanimaros, debéis trabajar con mucho más afán para liberaros de vuestros harapos y vestiros con el traje de gloria que es el cuerpo de la resurrección
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