Quizás no te he amado, tanto como he debido,
quizás no te he abrazado, tantas veces como pude,
pequeña, yo debí haberlo dicho y hecho
yo nunca me tomé el tiempo;
Tú estabas siempre en mi mente,
tú estabas siempre en mi mente;
Quizás no te abracé, todas aquellas solitarias,
solitarias noches,
y supongo que nunca te dije, que soy muy feliz
de que seas mía,
si te hice sentir en segundo lugar,
lo lamento tanto, estaba ciego,
Tú estabas siempre en mi mente,
tú estabas siempre en mi mente;
Dime, dime que tu dulce amor no murió,
dame, dame una chance más para satisfacerte,
si te hice sentir en segundo lugar,
lo lamento tanto, estaba ciego,
Tú estabas siempre en mi mente,
tú estabas siempre en mi mente.
CHRIS DE BURGH