Me gusta una feliz noche, con los valles en invierno cuando nos sentamos frente a la chimenea, en donde arde el ciprés de hojas perennes cuya fragancia llena la casa, miestras
cae la nieve que el viento barre, cuelgan los carámbanos frente a los cristales, y en nuestros oídos se funde el lejano rumor del río y la voz de la blanca tormenta.
Pero............
Pero si junto a mi no se hallase mi amada, no habría valles, ni nieve, ni fragancia de las ramas del ciprés, ni carámbanos, ni canción del río , ni la tormenta que inspira temor...........
Tales cosas se esfumarían si mi bendita amada estuviera lejos y de mi.-
Alberto ©╣║╗╝¥