Clavaste la estocada mortal,
y ella se clavó justo en mi corazón.
¡Mira como se desangra de amor!
Gota a gota te implora ¡No te vayas por favor¡
Amor ¿Por qué te fuiste sin razón, ni medida?
No sabes que al marcharte,
¿Dejabas sangrando una cruel herida?
Muy amargas son las lágrimas de mi corazón herido,
¡Ya casi parecen un río!
Nadan errantes,
de la mano de mis sueños, que yacen perdidos...
Vuelve amor mío.
Que la estocada que lanzaste me consume, me ahoga.
¡Hiela mis huesos y mi piel!
Desde que te fuiste amado,
mis esperanzas quedaron sin traje de luces.
Sin aplausos quedó la arena.
Sin orejas, sin rabo, sin olés de emoción.
Amor, clavaste la estocada mortal
Cuando dijiste ¡Me voy!
Y mi corazón,
exhalando está, sus últimos gemidos.
Poco a poco en la arena,
expira sus últimos latidos...
¡Ay! muere, muere de amor por ti.
**Autora: Edith Elvira Colqui Rojas -Perú