POEMA A LOS NIÑOS
(fragmentos, Tomás Cuervo, 1958).
(fragmentos, Tomás Cuervo, 1958).
Entre efluvios del ayer
flotan leves en el viento
los que furan mis aliños;
al entrar mi atardecer
enmudezco sin querer
extasiado en el acento melodioso
de los niños.
Niños de temple de acero,
que al son del huéhuetl guerrero
su asiento buscan errantes;
niños de ignotos confines,
que cultivan los jardines
de las chinampas flotantes.
Niños de aire regional
que lucen manta y percal
en invierno y en estío;
rumorosos como el agua
y claros como el rocío.
Niños de rubios cabellos
como maduros trigales,
que difunden los destellos
de las tardes otoñales. .
Niños de negro semblante
en bruto como el diamante
que oculta su refulgencia;
niños buenos, sin reproche,
que alumbran su larga noche
con la luz de la conciencia.
Niños de aire regional
que lucen manta y percal
en invierno y en estío;
rumorosos como el agua
y claros como el rocío.
Niños de rubios cabellos
como maduros trigales,
que difunden los destellos
de las tardes otoñales. .
Niños de negro semblante
en bruto como el diamante
que oculta su refulgencia;
niños buenos, sin reproche,
que alumbran su larga noche
con la luz de la conciencia.