Me lleva en sus bicicletas la muerte,
¡Me lleva!
Pero yo no le tengo miedo,
y me sonrío de sus ruedas y pedales,
me sonrío y voy con ella, tranquila y relajada...
En mi paseo llevo una canastita,
como para pasar un día de campo.
Yo no le temo a la muerte,
¡He pasado tanto en la vida!
que su cara ya no me da miedo,
y hasta diría que me complace.
Ayer vino a buscarme,
a dar un paseo en su bicicleta,
¡Y me llevaba tan aprisa!
a la pobre le urgía llevarme,
y yo iba con ella, relajada y contenta,
con short, blusa y cabellos sueltos,
sentada en su timón,
disfrutando de sus paisajes.
Muerte, contigo tranquila, subo la cuesta,
en tus bicicletas,
pues mi vida clara y de fe,
me garantiza,
que luego de acompañarte,
llegaré,
hacia el cielo dorado esperado...
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú.