Era la noche de Navidad. Un ángel se apareció a una familia y dijo
a la dueña de la casa:
Te traigo una buena
noticia: Esta noche el señor Jesús vendrá a visitar tu
casa.
La señora quedó entusiasmada.
Nunca había creído posible que en su casa sucediera este milagro. Trató de
preparar una cena excelente para recibir a Jesús. Encargó pollos, conservas y
vinos importados. De repente sonó el timbre, era una mujer mal vestida, de
rostro sufrido, que tenía unos seis meses de embarazo.
-Señora, ¿No tendría algún
trabajo para darme? Estoy embarazada y en gran
necesidad.
-Pero, ¡esta no es hora de molestar! Vuelva otro día,
respondió la dueña de casa. Ahora estoy muy ocupada con la cena para una
importante visita.
Poco después, un hombre, sucio y despeinado, llamó a la
puerta.
-Señora, mi camión se ha arruinado aquí en la esquina. Por
casualidad, ¿no tendría usted una caja de
herramientas para poder
prestármela?
La señora, ocupada como estaba, limpiando los vasos de
cristal y los platos de porcelana, se irritó
mucho:
-¿Usted piensa que mi casa es un taller mecánico? ¿Dónde
se ha visto importunar a la gente así? Por favor, no ensucie mi entrada con esos
pies inmundos.
La anfitriona siguió preparando la cena y escogió de la
bodega los mejores vinos. Mientras tanto alguien batió palmas
afuera.
Será que ahora llega Jesús, pensó ella
emocionada y con el corazón acelerado fue abrir la puerta. Pero, no era Jesús,
era un niño de la calle
hambriento.
-Señora, por favor deme
algo de comer.
¿Cómo te voy a dar comida si todavía no hemos cenado?
Vuelva mañana, porque esta noche estoy muy
atareada.
La cena estaba ya a punto. Toda la familia emocionada
esperaba la ilustre visita, sin embargo, pasaban las horas y Jesús no aparecía;
cansados de esperar se durmieron. A la mañana siguiente, al despertar, la señora
se encontró, con gran espanto frente a un
ángel.
-¿Un ángel puede mentir?, gritó ella. Preparé todo con
esmero. Aguardé toda la noche y Jesús no apareció. ¿Por qué me hizo esta
broma?...
-No fui yo quien mintió, fue usted la que no tuvo ojos para ver,
dijo el ángel y continúo, -Jesús estuvo aquí tres veces: en la persona de la
mujer embarazada, en la persona del camionero y en el niño hambriento. Pero usted no fue capaz de reconocerlo y acogerlo….
YA CONOCIA ESTA HISTORIA, PERO MUCHAS GRACIAS POR HACERME RECORDARLA, PUES ES PRECIOSA. JESUS SE TE PUEDE APARECER EN QUIEN MENOS TE LO ESPERAS E IMAGINAS!