Me atraviesas las manos…
Como el agua,
se me escurre el recuerdo entre los dedos,
cabalgando al abismo
cabizbajo,
como suicida ansioso
pregonando el final.
Y te quedas vagando en la memoria
como festín de un tiempo
que en pasado agoniza,
desde el apunte breve de tu huella,
tan fugaz
como el aire que ocupa una burbuja
que espera sigilosa la eclosión.
COLINA