Dios nos amó.
De la primera carta del apóstol san Juan: 4, 7-16
Queridos hijos: Amémonos los unos a los otros,
porque el amor viene de Dios y todo el que ama
ha nacido de Dios y conoce a Dios.
El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor.
El amor que Dios nos tiene, se ha manifestado en que envió
al mundo a su Hijo unigénito para que vivamos por Él.
El amor consiste en esto:
no en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que Él nos amó primero y nos envió a su Hijo,
como víctima de expiación por nuestros pecados.
Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos
amarnos los unos a los otros.
A Dios nadie lo ha visto nunca; pero si nos amamos
los unos a los otros, Dios permanece en nosotros
y su amor en nosotros es perfecto.
En esto conocemos que permanecemos en Él,
y Él en nosotros:
en que nos ha dado su Espíritu.
Nosotros hemos visto, y de ello damos testimonio,
que el Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo.
Quien confiesa que Jesús es el Hijo de Dios,
permanece en Dios y Dios en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene
y hemos creído en ese amor.
Dios es amor y quien permanece en el amor,
permanece en Dios y Dios en él.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.