"Pido fortaleza.
No la confundiré con control"

Esta afirmación se refiere al poder interior.

El espíritu confiere poder.

 Ésa es una paradoja porque para andar por el camino del poder espiritual hace falta entrega, humildad, perdón y aceptación, no precisamente las cualidades que asociamos con los poderosos. en el mundo del ego, el poder equivale a la capacidad de controlar las circunstancias para beneficio propio, manipular o dominar a las personas a fin de obtener lo que se desea.

Cuando lo que usted desea es el  <<< mayor bien  >>>  para todo el mundo, el ego tiene mucho que decir.

 El tipo de fortaleza generosa, devota, entregada, confiada y paciente es decididamente femenina, pertenece a los santos y las madres.

Al afirmar esa clase de fortaleza demuestra usted la fe en el hecho de que puede haber poder sin agresión, sin dominación o control.

¿Existe poder real en el aspecto femenino?

Por supuesto que sí, y aunque el ego ha ejercido control durante mucho tiempo, el poder espiritual siempre ha estado al frente.

 El poder espiritual inunda todos los aspectos de la vida en forma de inteligencia que alimenta y organiza todas las formas, desde los átomos hasta el cosmos.

 Usted puede conectarse con ese poder.

Viene del interior y no hay nada que pueda represarlo una vez que usted encuentra su fuente en su verdadero ser.