Mínimos placeres
Si pasas (pasarás, cierto, algún día)
frente a mi casa, al lado del camino,
détente, llama, espera…, que en mi puerta
se deslizan cordiales los pestillos
para quien busca espacio junto al fuego
y sabe honrar un vaso de buen vino.
Tanto escapamos sin saber de dónde,
o de quién, tan audaces acudimos
a donde no sabemos, meta incierta
que persistimos en llamar destino,
que pasamos de largo los cerezos
disfrazados de novias, los aullidos
dando vida a los bosques, la cigüeña
montando en lo alto de la torre el nido,
la caricia del sauce en la corriente,
las aspas del molino
gesticulando abrazos en el llano,
las mareas del trigo.
Vamos de prisa, y las pequeñas cosas,
como si carecieran de sentido,
se nos escapan, agua entre los dedos,
sin opción de cuidado y regocijo.
Hoy yo te brindo mínimos placeres
si llamas a mi puerta, peregrino.
Los Angeles, 23 de octubre de 2007
"Francisco Alvarez Hidalgo"