Té vi salir del templo
Tú mantilla te cubría,
Mirando la imagen de adentro
Juré, qué serias mía.
La Virgen del Pilar
Guiñó su ojo a mi intento,
Mi pecho sentí animar
Y eso me puso contento.
Cuando seguí tras tus pasos
Te sentiste acosada,
Tuve miedo al fracaso
Y murmuré.., ¡ No pasa nada !.
Comprendiste mi actitud
Y serenaste tu alma,
Té hable de mi inquietud
Y encontraste, así la calma.
Mis ojos vieron tus labios
Como una fruta morada,
Quise libarlos sin agravios
Y quedaste anonadada.
La comisura perfecta
Formaba ideal armonía,
Dejé mi beso en tu fresa
Y la noche se hizo día.
Multicolores reflejos
Bañaron los cuerpos nuestros,
La locura fue un espejo
Qué desplegó esos espectros.
Tus lágrimas virginales
Quedaron sobre mi hombro,
Las flores primaverales
No salían, de su asombro.
Nuestras manos enlazadas
Tejieron mundos de sueños,
Mi corazón golpeteaba
Y allí..., ¡ Me sentí tu dueño !.
PÉTER.